Listado de la categoría: Psicología Clínica y de la Salud
El nuevo racismo
/0 Comentarios/en Psicología Clínica y de la Salud, Psicología Social /por Luria PsicologíaRacismo, xenofobia, discriminación, prejuicio,… Son palabras que no pasan inadvertidas para la mayoría de personas, capaces de generar multitud de emociones, desde miedo, ira, pasando por rechazo o incluso tristeza.
No debemos olvidar que parte de nuestra historia ha estado marcada por el rechazo a diferentes grupos sociales lo cual, sin duda, nos ha afectado tanto individual como colectivamente. La duda reside en si los comportamientos racistas o xenófobos son cosa del pasado o, en cambio, ¿nos siguen acompañando?
Antes de responder a esta pregunta, es interesante conocer en qué se basa el racismo. Jones (1997) enuncia:
“el racismo asume que…
…. las características de los grupos sociales (razas) son biológicas.
…. unas razas son biológicamente superiores a otras”.
Seguramente leer estas características haya despertado en usted una sensación de extrañeza: “¿Razas superiores a otras?”, “¿Rasgos biológicos que diferencian a los grupos humanos?”
Efectivamente, hoy en día, las principales características que asumía el racismo se consideran erróneas. Gracias a los avances en antropología y sociología, existen razones suficientes para considerar que la evolución de la especie humana se desarrolla a través de la variabilidad, tanto de la fusión étnica como de los códigos de comunicación, que son los que configuran la diversidad de las sociedades humanas. A partir de esta conclusión, es pertinente retomar la pregunta inicial:
¿El racismo sigue vigente?
La realidad nos indica una disminución del mismo pero, no podemos alegrarnos en exceso, ya que el hecho de que su incidencia sea menor no quiere decir que éste haya desaparecido.
Al igual que nuestra sociedad, nuestros conocimientos o las relaciones humanas se modifican y evolucionan; conceptos como el racismo o la discriminación se han ido transformando y adaptando.
Por tanto, hoy en día no procede hablar, únicamente, de un racismo directo y agresivo que se escude en la premisa de las diferencias biológicas. En cambio, es más correcto referimos a comportamientos xenófobos de carácter más sutil e indirecto, basados en creencias sociales.
Este nuevo tipo de racismo se le ha denominado racismo simbólico, aversivo, moderno o ambivalente pero… ¿en qué consiste este “racismo moderno”? La mayoría de estudios, entre ellos Pettigrew y Meertens (1995), enuncian tres características básicas de este concepto:
- “La defensa de los valores tradicionales.
- Exageración de las diferencias culturales.
- La no existencia de sentimientos positivos hacia los miembros de otros grupos sociales”.
Desde el punto de vista psicológico debemos añadir un par de calificativos a los puntos anteriores. Tanto la defensa de los valores tradicionales como la exageración de las diferencias culturales, se convierten en perniciosas cuando son rígidas y connotan un juicio peyorativo, dando lugar así a la ausencia de empatía.
Como podemos apreciar en la definición, son comportamientos que pueden pasar más inadvertidos que las conductas clásicas que entendemos por racismo. Aun con ello, no podemos caer en el error de considerar estas conductas menos importantes ya que siguen produciendo víctimas a todos los niveles. De hecho, actualmente, es más correcto utilizar el concepto xenofobia que engloba todas las categorías de marginación (racismo, clasismo, machismo, etc.)
Como profesionales de la salud y de la educación debemos ser conscientes que el racismo sigue siendo una realidad. Una realidad que responde a una perspectiva social en lugar de biológica.
Por este motivo está en nuestra mano cambiarla, ya que somos nosotros a través de nuestras acciones, mensajes y prácticas quienes construimos la realidad social día a día. Potenciar la educación, la divulgación de información y apostar por el aprendizaje cooperativo desde edades tempranas son armas valiosas de las cuales disponemos.
Permitamos que los más jóvenes puedan crecer en el respeto, en la apertura a la experiencia, la empatía, la flexibilidad, la seguridad y el aprendizaje en igualdad.
Hagamos por sustituir la desinformación por la información, la ira por la compresión, el miedo por la experiencia, la envidia por la admiración.
“El contagio de los prejuicios hace creer muchas veces en la dificultad de las cosas que no tienen nada de difíciles”. Pío Baroja
Rubén Pérez Pérez
Psicólogo Sanitario de Luria Psicología.
¿Qué hace un psicólogo?
/0 Comentarios/en Psicología Clínica y de la Salud, Psicología del Deporte, Psicología del trabajo y de las Organizaciones, Psicología Educativa, Psicología jurídica y forense, Psicología Social /por Luria PsicologíaLos arquitectos trabajan con el ordenador y con el compás.
Los pescadores con redes y barcos.
Los pintores con lienzos, pinturas y colores.
Los médicos con instrumentos y medicinas.
Los músicos con instrumentos musicales o su voz.
Los poetas con las palabras.
Los psicólogos terapeutas aplicamos el conocimiento con nuestra personalidad, con las emociones y especialmente con la relación que establecemos con el paciente-cliente.
Frank (1961) expone los factores, según su investigación, que son comunes a todas las psicoterapias y que explicarían los resultados similares que se obtienen con ellas:
- Una relación de confianza:El paciente expone en una relación con cierta carga emocional, cuestiones cargadas de afecto en una atmósfera de aceptación, sin ser criticado ni rechazado.
- Una explicación racional:El terapeuta reformula el malestar en términos comprensibles y manejables para el paciente, con el fin de aumentar su sentido de eficacia.
- El proporcionar nueva información acerca de la causa y el tratamiento de los problemas del paciente:Ya sea mediante el auto-descubrimiento por “insight”, autoexploración o la auto-observación el paciente aprende en vivo el cómo explicarse y manejar sus dificultades.
- La esperanza del paciente de encontrar ayuda en el terapeuta:El paciente acude a terapia con la convicción de que esto le será de ayuda, y el terapeuta al aceptar el caso, participa de esa idea, fomentando ambos las expectativas de solución.
- Facilitar la activación emocional:Para que el cambio sea efectivo necesitan activarse las emociones relacionadas con las dificultades, ya que a menudo éstas se procesan a este nivel (“inconsciente”, “experiencial”, “tácito”, “de lógica de segundo orden”, “condicionamiento”, “exposición emocional” etc.). Esta activación permite la modificación de este nivel, la “experiencia emocional correctiva” de Alexander y French
Según las investigaciones, uno de los elementos accidentales que contribuyen a la eficacia de todas las Escuelas de Psicología , son las características del terapeuta. Lázarus (1996) identifica las siguientes características o cualidades en un buen terapeuta:
- Respeto genuino por las personas
- Flexibilidad
- No juzgar
- Sentido del humor
- Calidez
- Autenticidad
- Autocrítica constante (sana)
Para lograr establecer una adecuada relación terapéutica, el terapeuta por tanto debe saber: aceptar, explicar, convencer, dar confianza y credibilidad, ser genuino y sincero, respetar, empatizar, mantener límites, mostrar calidez…. Y algunas más como la defensa del bienestar de las personas, del niño y de los débiles. Todas estas características son cualidades morales y éticas que se transmiten mediante el discurso y sobre todo mediante la emoción.
Los pintores limpian sus pinceles, los pescadores reparan sus redes, los músicos afinan sus instrumentos, los cantantes cuidan y miman su voz. Los poetas atesoran palabras.
Los psicólogos para hacer bien la terapia, además de formación, necesitamos cuidar, reparar y afinar:
- Nuestras emociones y nuestra vida afectiva.
- Nuestras relaciones personales.
- Nuestro entorno de apoyo social.
- Nuestras aficiones, el ocio y la risa.
- Nuestra salud.
Somos personas y trabajamos con personas. Nos convertimos en el espejo en el que los que sufren, se miran y miran buscando ayuda. Debemos esmerarnos en estar cuidados y enteros para no convertirnos en espejos de feria, que distorsionan la imagen del que se refleja en ellos y también para no rompernos o destrozarnos en añicos o hacernos tan opacos que en vez de un espejo acabemos siendo una cueva.
Lucila Andrés Diez
LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS. MÁS QUE VULVAS Y PENES
/0 Comentarios/en Psicología Clínica y de la Salud, Psicología Social /por Luria PsicologíaLucila Andrés Díez
A propósito de la transexualidad infantil.
Nuestros niños y niñas crecen con:
Una dotación genética, unos componentes hormonales, unas estructuras cerebrales y unas características morfológicas corporales esenciales (órganos genitales) y otras secundarias. También se desarrollan dentro de una determinada cultura social y familiar, con sus valores y creencias éticas y religiosas.
Todos estos factores configuran la sexualidad de cada persona, que abarca: el sexo, el género, las identidades de sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva, el amor y la reproducción.
La sexualidad se experimenta y se manifiesta a través de: pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones, y es objeto de estudio de diversas disciplinas que se ocupan del hecho de la sexualidad humana como: la endocrinología, la psiquiatría, la medicina forense, la psicología, la ética, la sociología, la antropología y también las leyes que regulan algunos aspectos de la vida humana.
Máscaras, ¿en carnaval?
/0 Comentarios/en Psicología Clínica y de la Salud, Psicología del trabajo y de las Organizaciones, Psicología Social /por Luria PsicologíaAlgo muy típico en Carnaval es la presencia de máscaras, disfraces y demás elementos, que nos permiten transformarnos sin límite en personajes que poco o nada tienen que ver con nosotros.
Pero, ¿Qué pasa con las máscaras el resto del año? Si observamos atentamente, las podemos encontrar en nuestro entorno más cercano, incluso en nuestra propia forma de actuar. Me refiero a ciertos roles que en ocasiones nos esforzamos en representar con distintos objetivos.
Es fácil pensar que, ante una entrevista de trabajo, nos esmeremos en ofrecer nuestra mejor faceta profesional. Incluso si somos seleccionados, también podemos visualizar cuál sería nuestra actitud los primeros días de trabajo.
Prevenir el acoso
/0 Comentarios/en Psicología Clínica y de la Salud, Psicología Social /por Luria PsicologíaSe buscan valientes y necesitamos prudentes
A propósito del acoso escolar o de cualquier tipo de acoso, es pertinente analizar también algunas variables o ingredientes que pueden estar presentes en ese fenómeno tan actual no por novedoso, sino porque hoy se tolera menos y paradójicamente se puede favorecer más:
- Época de exhibicionismo.
La facilidad para la comunicación que nos brindan las Redes Sociales satisface sin freno la
necesidad de dar información y contar nuestra vida: los éxitos, los fracasos, las aficiones, los deseos incluso los sueños o los pensamientos más íntimos, “la tendencia de las personas a hacer pública su intimidad” (concepto acuñado por Lacan en 1958) y lo cotidiano también, en los “muros” y en las pantallas, sin el efecto de la retroalimentación inmediata que proporciona la comunicación personal cara a cara.
Exhibición sin respuesta moduladora, damos información sin percibir el escándalo, el hastío o la risa, solo hay información y datos en un solo sentido. Como mucho alguien nos responde con un “me gusta” o un corazón. A veces se inicia una cadena de críticas mordaces que se multiplican de forma inmediata, sin filtro y…llega el acoso sin piedad.
El arte de convertir los PROPÓSITOS en OBJETIVOS
/0 Comentarios/en Psicología Clínica y de la Salud /por Luria PsicologíaLucila Andrés Díez
El pasar de una etapa a otra en la vida (“año nuevo vida nueva”), siempre nos incita a pensar en propósitos, el cambio nos estimula para querer mejorar y cambiar.
Por ejemplo: Curso nuevo, casa nueva, pareja nueva, trabajo nuevo, etc.
Pero sobre todo: AÑO NUEVO.
Solemos empezar el año nuevo con un “brindis al sol”: una lista de propósitos, la mayoría de las veces repetidos, nos copiamos a nosotros mismos con gran impunidad y alegría.
Se oyen los propósitos mas variados y para gusto de los más exigentes: “Quiero dejar de fumar, este año voy a ahorrar, voy a leer más, quiero ser más ordenada /ordenado, haré limpieza en mis apuntes, quiero hacer amigos, etc., etc., etc.”.
Canto a las abuelas y los abuelos
/0 Comentarios/en Psicología Clínica y de la Salud /por Luria PsicologíaLucila Andrés Díez
¡Siempre nos han gustado los abuelos y las abuelas!, los de hoy día son jóvenes y tienen energía.
Se ocupan de los niños a la hora de comer, y suplen a las madres y los padres, si tienen que llegar tarde del trabajo.

Abuelos cumpleaños -Ferdinand Georg Waldmüller
Cuando hace falta hablan con los profesores y comentan el rendimiento y el comportamiento de los niños.
Sacan a los pequeños al parque.
Muchas veces son los confidentes de los adolescentes, los comprenden perfectamente.
Si viene al caso, cumplen funciones de ayuda en la terapia mejor que nadie.
Cuando eran jóvenes, la mayoría no sabía lo que eran las drogas pero ahora colaboran en la reinserción de los nietos que lo precisan.
Los deberes de los niños y ¿los deberes de los adultos?
/0 Comentarios/en Psicología Clínica y de la Salud /por Luria PsicologíaLucila Andrés Díez La educación de los hijos es un tema que precisa gran dedicación de todos, los niños son nuestro futuro y la gran inversión vital, por eso se deben unir, sensibilidades y esfuerzos. Además siempre es y será una tarea sin terminar, ya que se deben acomodar muchos criterios, que a su vez […]
El silencio de los niños
/0 Comentarios/en Psicología Clínica y de la Salud /por Luria PsicologíaLucila Andrés Díez
Siempre que se descubren casos de maltrato y abuso a los niños, surgen varias preguntas referentes a la conciencia de los hechos:
¿Cómo es que nadie lo veía? ¿ Cómo no se han tomado medidas antes?
¿Cómo es posible que ellos o las personas de su entorno no hayan dicho nada?

Tomada de https://unsplash.com/?photo=xgTMSz6kegE
Otro día hablaremos de los adultos que callan o que no ven o ambas cosas.
Los niños son testigos mudos y eternos de las desavenencias, las infidelidades, los malos tratos entre los progenitores, son testigos y/o cómplices del acoso entre compañeros, y de los abusos; pero también son víctimas de todo lo anterior. Ser testigo, ya lo convierte en víctima emocional y casi siempre son víctimas directas.
Y muy pocas veces hablan, es decir no lo dicen, no lo denuncian, no lo pueden hacer.
¿Por qué?
"Conocimiento, método y experiencia en psicología, aplicados con profesionalidad, sencillez y calidez. "
Inscrito en el Registro: CS6943