26.11.24

¿Es el juego solo un juego?: Entre la ilusión y la huida

Diciembre ha llegado con sus luces, sus reencuentros y sus celebraciones. Este mes trae consigo una tradición muy especial en España: la Lotería de Navidad. Cada año, millones de personas compran su décimo con la ilusión de ganar y, en muchos hogares, compartir un billete se convierte en una costumbre cargada de emoción y esperanza. Durante estos días, incluso quienes normalmente no juegan se animan a participar, soñando con cómo cambiaría su vida si la suerte les sonríe.

Cuando el juego deja de ser una tradición

Pero ¿qué pasa cuando el juego deja de ser una simple tradición y se convierte en algo más profundo? Para algunos, lo que comenzó como una forma de entretenimiento se transforma en una «válvula de escape”, un recurso para sobrellevar las dificultades diarias. En este artículo, exploraremos cómo reconocer esta problemática y cómo, con apoyo adecuado, se puede encontrar una solución.

Reconocer el juego problemático

El juego problemático es más que una afición. Es un trastorno en el que el impulso de jugar se vuelve tan fuerte que afecta todas las áreas de la vida. Quienes lo padecen sienten una necesidad constante de jugar, aun siendo conscientes del impacto negativo que tiene en su vida personal. Este problema no se limita a quienes juegan a grandes apuestas o visitan casinos; también aparece en formas de juego más accesibles, como las apuestas deportivas online.

¿Por qué afecta más a los jóvenes?

Este fenómeno es especialmente preocupante entre los jóvenes. Según la Dirección General de Ordenación del Juego (2023):

• El 22% de los jugadores en España son menores de 25 años.
• El 86% de los jóvenes entre 18 y 25 años ha realizado apuestas en el último año.

Factores de vulnerabilidad juvenil:
La juventud es una etapa de emociones intensas y retos constantes. La búsqueda de identidad e independencia puede ir acompañada de inseguridades. El juego parece ofrecer:

• Una salida rápida a emociones difíciles.
• Acceso inmediato desde dispositivos móviles.
• Reconocimiento social gracias a la publicidad en redes, eventos deportivos e influencers.

Señales de alerta

Es fundamental aprender a reconocer las señales de un problema con el juego. Entre los síntomas más comunes se encuentran:

1. Dificultad para controlar el juego: Intentos fallidos de reducir el tiempo o dinero dedicado al juego.
2. Aislamiento social: Afecta relaciones personales, actividades académicas y compromisos familiares.
3. Emociones intensas: Ansiedad, frustración o irritabilidad al no poder jugar.
4. Mentiras y justificaciones: Ocultar frecuencia de juego o pérdidas económicas.

Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): La solución

La Terapia ACT es una herramienta poderosa para abordar el juego problemático. No busca reprimir pensamientos, sino desarrollar flexibilidad psicológica.

Claves del proceso terapéutico ACT:

• Aceptación: Afrontar pensamientos y emociones difíciles sin luchar contra ellos.
• Defusión cognitiva: Identificar pensamientos como eventos mentales, no verdades absolutas.
• Conexión con el presente: Centrarse en el «aquí y ahora».
• Identificación de valores: Tomar decisiones alineadas con lo importante.
• Acción comprometida: Actuar según los valores personales.

Recuperar el bienestar emocional

La temporada navideña nos recuerda la magia del juego, pero también puede convertirse en una trampa emocional. Si el juego ha dejado de ser solo una tradición y se ha vuelto un desafío personal, los psicólogos en Madrid en Luria Psicología estamos aquí para acompañarte en tu camino hacia el cambio y el bienestar.

Rubén Pérez Pérez
Psicólogo General Sanitario
M-31460