Aunque no se mucho a nivel teórico de este tema, me voy a animar a dar mi visión del mismo, desde la óptica clínica.
Yo creo que es cierto que los rasgos de personalidad son muy importantes a la hora de llevar a cabo cualquier conducta violenta, también dentro del hogar, y por supuesto en la llamada violencia ascendente. Ahora bien, no debemos olvidar que esos rasgos de personalidad se configuran, partiendo del temperamento base de cada niño, a través de todas las experiencias que va viviendo a lo largo de su infancia. Y aquí creo que es necesario abrir la mirada a lo que ocurre de puertas de la casa hacia afuera, y es que, en mi opinión, el modelado de la conducta violenta no se da sólo de padres a hijos, si no que hemos de considerar la violencia en el ámbito escolar, y en la sociedad en general, como factores claves en su instauración.